Quimera.

El quinto día de la semana, Viernes, regularmente no es difícil de definir; es el día de la semana que está entre el jueves y el sábado. Se dice que se llama viernes por ser el día de la diosa del amor y la belleza, Venus. Pero para mí se ha convertido en el viernes de Robinson Crusoe. Ese personaje indígena, educado al gusto por Robin, que es rescatado de los caníbales. En mi caso nadie me rescata. Ha pasado de ser uno de mis días favoritos a uno de los días en los que más sufro del encierro en mi pequeño departamento. No es mas que una quimera, y no me refiero a ese animal mitad dragón, mitad león y mitad cabra, sino a esa ilusión en la que pasa de ser jueves a ser sábado. Es como si alguien hubiera decidido eliminar ese día de mi semana. Es como ese billete de $1,000 que usualmente no tenemos en la cartera y aparece una vez cada dos meses. Es el día más agotador de la semana y en el que menos descanso. Ahora me pregunto ¿Qué está soñando Sam? (la perra que adopté hace un mes y ahora me corresponde cuidar) Parece que para ella siempre es viernes, el viernes de la venus. Envidio la manera en que está acostada, alado de mi, en forma de rosca, con la cabeza recostada sobre las patas y la cola a la vez, y respira tranquilamente. Quisiéra poder robarle un poco de ese sueño aunque este soñando como escapar de esta cárcel tambien. Quisiera mover la pata como ella lo hace cuando está dormitando. No me importaría dormir en el suelo un rato. Pero eso se ha vuelto imposible para mi en estos momentos. Tengo que estudiar Cálculo. Ahora me doy cuenta de lo cierta que es esa frase "...nadie se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde".